sábado, 9 de febrero de 2013

CASAS DE ASTURIAS - ARQUITECTURA POPULAR


DESCRIPCIÓN

 La arquitectura rural asturiana presenta rasgos comunes con la de otras regiones de la España verde. Son muy originales algunas construcciones rurales, sobre todo de las zonas de montaña, con cubierta vegetal (teitos), que constituyen una adaptación al medio muy lograda y que están hoy bajo protección. La casa mariñana, vivienda eminentemente campesina no exclusiva de les mariñes (tierras de cultivo vecinas al mar). De campesinos más acomodados eran otras viviendas más complejas, cuyo rasgo más típico son los corredores orientados al mediodía, hechos de madera ricamente tallada. Otras edificaciones destacadas son las llamadas Casas de Indianos, viviendas que construían los emigrantes asturianos al volver a su lugar de origen identificadas por una palmera en sus jardines.


 CASA CON PATÍN



 La casa del occidente asturiano está unificada bajo la cubierta de losa de pizarra. Este material se extiende desde los ríos Canero y Narcea hasta llegar al conjunto del occidente. Un modelo relativamente abundante es la casa de dos alturas de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas, que cuenta con acceso por una escalera de piedra, o patín, adosada a su volumen cúbico. En los modelos más elementales la planta superior alberga dos piezas: la cocina de mayor tamaño y el cuarto, separados por un pequeño vestíbulo o pasillo. La cocina dispone de llar bajo y el caínzo sobre él y el horno. En la planta inferior se sitúa la cuadra. Se completa con el pajar o tenada, en forma de bloque integrado en el edificio, en la planta primera, separado por un muro de fábrica y situado sobre la cuadra, sobre todo en el área de montaña media y alta. En el de media montaña y la marina el pajar suele constituirse como edificio propio. En ocasiones el patín se convierte en unos escalones mínimos o desaparece, aprovechando el desnivel del terreno, creando los accesos exteriores de las zonas de vivienda y cuadra a diferente nivel. Este tipo elemental de casa con patín se completa con el corredor. Es muy frecuente que se cierre, en parte o incluso totalmente, con tabal colocada verticalmente, creando un cuarto que amplía la casa. Se usa como almacén diverso o dormitorio de verano. 



CASA MARIÑANA


 La llamada casa mariñana se ha identificado con el corazón de Asturias, Simbolizando la auténtica casa rural asturiana. Ejemplos de esta arquitectura se extienden por los concejos de Gijón, Villaviciosa, Carreño, Gozón, Las Regueras, Llanera, Oviedo, Siera y Noreña. La casa se organiza en una planta rectangular, dotada de una cubierta de teja cerámica a dos aguas, desarrollándose en una sola altura. El bloque fundamental lo constituyen la cocina y la corte separadas por un muro de piedra, contando con acceso directo desde el portal. El portal es un espacio protegido en este clima templado y húmedo, donde se descarga la paja, se hace la calceta o simplemente se charla.

 Este espacio abierto y centrado en la fachada está conformado por dos cuerpos laterales, que albergan un cuarto o bodega, adosados al cuerpo básico y con acceso desde el portal. Estos espacios se emplean como dormitorios, alternando su uso con el de almacén y bodega. En el primer caso se dotan de un suelo de entablado de madera, separando las estancias de la humedad del suelo. La cocina cuenta con un llar bajo, sobre el que se colocaba el sardo o entramado tejido de ramas de avellano usado como secadero de castañas. La acompañaba el horno, que asoma su forma redondeada a la fachada trasera. Bajo cubierta se dispone el desván que alberga el pajar, especialmente en el área sobre la cuadra, destinando los espacios sobre los cuartos a trastero y almacén de aperos. Los muros se realizan en mampostería y normalmente se enlucen, siendo frecuente el empleo de piezas de cantería en los esquinales exteriores.


 CASA TERRENA

 Presentan una planta tendente al rectángulo desarrollada en un solo piso, destinada a vivienda y cuadra, con aprovechamiento del espacio bajo-cubierta para desván y pajar.

 Estas casas se localizan en zonas donde las precipitaciones son abundantes y las temperaturas bajas, lo que determina su hermetismo, evidente en su volumen compacto, constituido por un bloque cúbico cubierto con pizarra o teja a dos o tres aguas. En sus muros de mampostería pizarrosa, caliza o arenisca se abren los vanos de forma asimétrica, con estricto predominio de la funcionalidad, sin atender a una composición de fachadas preestablecida. En el interior solo aparecen dos espacios claramente diferenciados, separados por un muro maestro y con accesos distintos: cocina-desván y cuadra-pajar. La utiliza se utiliza como vestíbulo, comedor, sala y dormitorio, siendo además un espacio social y laboral; desde ella, mediante una escalera de mano y a través de una trampilla se accede al desván. 


 CASA DE PORTAL 


 En el portal se realizan actividades relacionadas con los trabajos domésticos, con mejor iluminación y menos estrecheces que en el interior de la vivienda, siendo también el lugar donde los días de lluvia se ejecutan labores artesanales o complementarias de los quehaceres agropecuarios; por ello es común la existencia de un banco de piedra o madera en este espacio. Son casas muy frecuentes en casi toda la región, preferentemente en zonas del interior, en asentamientos de valles o a media ladera. Construida con mampostería pizarrosa, arenisca o caliza, su cubierta es generalmente a dos a tres aguas. Tendente a un desarrollo en planta rectangular, la ubicación de la fachada principal en el lado mayor o menor del rectángulo determina dos disposiciones del portal: central o en ángulo. El emplazamiento del portal en el centro de la fachada o en un ángulo determina su funcionalidad; en el primer caso asume más protagonismo como elemento distribuidor, ya que a él se abren las puertas de la vivienda alguna de los servicios anexos; en el segundo caso, se incrementa su carácter de estancia, ya que solamente queda relacionado con los espacios de vivienda. Común a ambas alternativas es su característica de espacio intermedio, límite entre el espacio interior y el exterior. El papel distributivo de este tipo de vivienda se modifica asimismo de acuerdo con las características del portal. Si éste se halla en el centro, la disposición interior es semejante a la glosada en la Casa Mariñana, aunque varía la localización de las entradas a los distintos espacios. En caso de que el portal se halle en un ángulo, la distribución interna es similar a la casa de habitación terrena, excepto en el crecimiento en planta y en volumen que corresponden al portal y el cuarto que configura uno de sus laterales. El portalón se convierte en elemento protector del espacio exterior inmediato a la fachada, y se prolonga desde el faldón de la cubierta. Su función es resguardar el espacio de acceso a la cuadra, heniles y viviendas y se presta al depósito de aperos de labranza y sirve en muchas ocasiones de cobijo al gallinero. 


 CASA DE CORREDOR 

 El corredor o galería abierta con balaustrada torneada en madera, representa en toda Asturias un elemento muy popular desde el siglo XVIII. Concebido como una derivación sencilla de las solanas de que estaban dotadas las antiguas casonas, el corredor, por su ubicación (orientación Sur o Este), por su factura y su amplitud de alternativas, cumple una gran variedad de servicios a la vivienda: le facilitará luz y calor cuando no existen cerramientos en él y será un elemento favorable cuando se convierta en uno o más espacios como prolongación de la funcionalidad de la casa. 
Desde finales del siglo pasado, empezó a ser habitual la instalación de un retrete en un lateral del corredor, para no tener que salir a la intemperie, a cualquier hora del día o de la noche. Algunos de los servicios que el corredor presta a la casa aldeana son: lugar donde se ponen a asolear las ristras de maíz y donde se airean y maduran otros productos de la cosecha del año como cebollas, ajos y alubias, y donde se tiende a secar, resguardada de las frecuentes lluvias, la ropa de la última colada. Refiriéndonos a su conformación y sistemas de base, las clases de corredor más corrientes en Asturias podrían clasificarse como de corredor volado, corredor entre muros y cortafuegos y corredor entre dos cuerpos. En el siglo XIX los corredores se cierran con cristales formando galerías, principalmente en las villas marineras. El cerramiento de los viejos corredores supuso una mejora para el uso del espacio, ya que aprovechaba mejor la luz y el calor del sol. 


 CASA MARINERA

 No existe gran diferencia entre la diferencia entre la vivienda de los pescadores asturianos y la del resto de los hombres de mar pertenecientes al litoral cantábrico. A lo largo de la costa se han identificado una serie de tipos básicos.
 El asentamiento de los núcleos marineros se produce al pie de un puerto o lugar de atraque protegido, con la tendencia a la agrupación por la limitación del territorio más cercano al mar. Y por tanto al crecimiento en altura debido a la parcela restringida. Las fachadas suelen tener colores vivos, ya que se solían pintar con los restos de pintura de las barcas marineras. La planta es normalmente rectangular, reduciéndose al mínimo las dependencias agropecuarias, limitadas a la cuadra del burro o caballo. Estas dependencias auxiliares se sitúan en el nivel inferior, permitiendo, debido al desnivel de los asentamientos, que la cocina y el comedor, situados en el nivel superior, tengan acceso desde la calle. El acceso a esta planta se realiza por un pequeño zaguán. En otros casos se accede desde el nivel inferior, dejando un zaguán más amplio donde se alberga la carreta con las redes, y arrancando de allí la escalera. Se deja la cuadra en la parte trasera o incluso llega a desaparecer. Las salas y alcobas suben a la segunda y tercera planta, dotándose de un amplio desván, que puede presentar huecos en la fachada. Este espacio es el trastero general de la casa, almacén de productos, secadero y tendedero. Esta organización interna vertical se mantiene en la gran mayoría de los núcleos marineros, que presentan normalmente un carácter urbano. Sus cubiertas son normalmente a dos aguas, siendo a tres o cuatro aguas en soluciones de esquina o aisladas. Las fachadas son normalmente lisas, encaladas, marcando las impostas, A finales del siglo XVIII pueden aparecer balcones verticales que no sobresalen de la fachada. En núcleos como Castropol o Luarca son frecuentes los torreones observatorios coronando las cubiertas de ciertas casas, de carpintería acristalada, teniendo formas poligonales y cubiertas piramidales. En la costa central y oriental hallamos un buen número de casas con corredor. En Tazones podemos encontrar ejemplos de este tipo, con el corredor ocupando todo el frente de la casa. Los corredores en Cudillero se centran en algunos edificios que se abren a las calles principales. Es frecuente su conversión en cuerpos cerrados volados, para ampliar el reducido espacio de las plantas. En otros lugares estos cuerpos volados se han convertido en galerías acristaladas, como en Avilés. 


 CASA DE INDIANOS 

 Esta arquitectura está ligada a la repatriación de personas y de capitales producida tras el desastre de 1898 y que hará llegar el cosmopolitismo hasta el más alejado rincón de la región. El hecho de que a pesar de la industrialización Asturias sea una de las comunidades españolas con mayor índice de emigración desde mediados del XIX, hace que el interés de tal fenómeno exceda con mucho de la simple anécdota. El indiano solía ser hijo de familias campesinas habitante de los territorios más pobres de la región, que a muy corta edad era enviado a América para hacer fortuna. El retorno del emigrante y su inmediata inserción en la burguesía local, le harán asumir y participar de los ideales cosmopolitas de aquella. La preocupación del indiano por mejorar, embellecer y dignificar su entorno natal se canalizará en la construcción de iglesias, escuelas, calles, y sobre todo, en su propia vivienda.
 La arquitectura indiana se localiza con mayor densidad en los concejos orientales y occidentales de Asturias. Como conjuntos de interés destacan: Luarca, Navia y Allande al oeste; Cudillero y Muros del Nalón, hacia el centro, y Llanes en el este. Aunque haya lugar a ciertas particularidades zonales, todos ellos desarrollarán características comunes y, de modo especial, las viviendas unifamiliares o palacetes de indianos. Hacen gala de un exotismo colorista, con una escalinata de acceso, una torre en uno de sus lados y el entorno de jardines, en los que destaca la omnipresente palmera, que les recuerda el tiempo vivido en ultramar.

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