LLANES |
Nunca se ha visto tan acertada forma de llamar a una costa, como en el caso de la asturiana, y es que verde es el color de esta hermosa sucesión de acantilados, playas y calas, salpicadas de pequeños pueblos pesqueros que miran invariablemente al mar Cantábrico. Sus 354 kilómetros de litoral conocido, como la Costa Verde, ofrecen una insólita variedad de atractivos, que oscilan entre los rural y lo urbano, entre la cultura y la naturaleza, en perfecto equilibrio.
Llanes el primer pueblo de la ruta, es un bonito lugar escondido entre las laderas de los picos de Europa y una franja de costa espectacular. Hacia el este y el oeste se extienden los escarpados farallones, playas poco conocidas y una serie de calas a las que se llega caminando. Las tres playas del pueblo son pequeñas pero agradables; la excelente Ballota se halla sólo a 3 Km. hacia el este, con su propia fuente de agua en la arena (y un enclave nudista). Una larga rambla, pase de San Pedro, se extiende por los espectaculares acantilados sobre la playa de Sablón al oeste del pueblo.
En el centro, un arroyo flanqueado por cafés y marisquerías baja hacia el pequeño puerto. En la orilla oeste, las murallas medievales cobijan varios edificios antiguos. Destacan una torre medieval, los palacios estilo renacentista en estado ruinoso, como el de los Duques de Estrada y la Casa del Cercau, así como la Basílica, construida en estilo románico. Alrededor del pueblo, se pueden apreciar las casas de los indianos: como se llamaba a los inmigrantes que volvían de América y querían enseñar sus riquezas.
RIBADESELLA |
Siguiendo camino hacia Gijón, pasaremos por Playa Torimbia, situada dentro del consejo de Llanes, es una de las calas mejor preservadas de Asturias. Se accede a pie por un sendero estrecho que baja por la ladera del monte. Dado su aislamiento es un lugar muy frecuentado por los aficionados del nudismo.
Un poco más allá en la costa asturiana, encontramos Ribadesella, a 18 Km. de Llanes. Este antiguo puerto asturiano todavía cuenta con una actividad pesquera importante. Este sencillo pueblo está dividido en dos partes por el río Sella; por encima hay una larga calzada elevada. En el lado este se encuentra la parte antigua, con sus tradicionales calles paralelas al puerto de pescadores. En el lado oeste, el parte nueva se hallan los mejores alojamientos y la excelente playa del pueblo y la cueva de Tito Bustillo, un poco parecida a la de Altamira.
Más allá de Ribadesella y hacia el interior, a pesar del deterioro de la costa por la proximidad con Gijón, principal puerto industrial de Asturias, hay varias localidades interesantes de visitar como: La Isla y Colunga; pueblos notables por la calidad de su marisco, o Lastres y Villaviciosa.
LASTRES |
Lastres es un pequeño pueblo pesquero construido en un escarpado acantilado con un puerto nuevo y dos buenas playas en los alrededores. Hasta ahora ha escapado a la influencia turística. Villaviciosa, a 30 Km. de Gijón, está situada en el fondo de la ría de Villaviciosa tiene una historia plagada de anécdotas monárquicas. Este pueblo fue fundado por Alfonso X el Sabio, alojó a Carlos I semanas antes de ser coronado rey de España. Aun conserva algún fragmento de la muralla medieval y varias iglesias románicas, como la de Santa María de la Oliva. Acoge también el Centro de Interpretación de la Ría de Villaviciosa y el Museo del Románico.
GIJÓN |
La ciudad de Gijón es la próxima en esta ruta por la Costa Verde, a pocos kilómetros de la capital asturiana, Oviedo. El casco antiguo se concentra alrededor del barrio de Cimadevilla, en un promontorio al norte de la playa de San Lorenzo. Otro lugar atractivo es el palacio de Revillagigedo, del siglo XVIII.
Muy cerca de Gijón, está Cabo Peñas, esta península que sobresale de la línea marítima es el ecuador de la Costa Verde y el marcador de la mitad de nuestra ruta. Es agradable caminar por los alrededores del Faro de Cabo Peñas y por los senderos que acceden a las pequeñas y aisladas calas de la zona.
CABO PEÑAS |
De Cabo Peñas partimos hacia Cudillero, un pequeño y pintoresco puerto de pescadores. Llaman la atención las casas aporticadas de vivos colores que se elevan una sobre otra por una abrupta herradura de acantilados alrededor del puerto. A pesar del aumento del turismo, el pueblo mantiene su encanto. Como no hay playa en Cudilleros, la mayoría de la gente suele ir a Playa Aguilar a 3 Km. al este. El mayor atractivo del pueblo son las tabernas que sirven pescado fresco, en la estrecha plaza adoquinada, junto al mar.
CANDÁS |
AVILÉS |
LUANCO |
A poca distancia, llegamos a Luarca, el final de parada de este trayecto. La costa en esta zona es rocosa y la carretera serpentea a través de las montañas antes de descender por espesos bosques hasta el puerto de Luarca. Esta ciudad es una de las más atractivas de la costa verde; es un lugar tranquilo construido alrededor de una cala en forma de S entre acantilados escarpados. A medida que se baja hacia la playa, el pueblo queda dividido por un pequeño río, y unido por numerosos puentes estrechos.
Luarca es un centro turístico sencillo, con una estrecha playa de arena con alojamientos, algunos excelentes bares y restaurantes. En contraste con Cudillero, Luarca ha mantenido su carácter tradicional, escenificado en sus chigres: antiguas tabernas asturianas dedicadas al arte de beber sidra. Asimismo el puerto pesquero es el mejor lugar para comer pescado fresco y marisco.
CUDILLERO |
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