miércoles, 29 de mayo de 2013

DESCENSO INTERNACIONAL DEL SELLA







El Descenso Internacional del Sella, también conocida en Asturias por la “Fiesta de les Piragües”, se celebra cada primer sábado de Agosto desde 1930. Es la primera fiesta española de carácter festivo-deportivo declarada oficialmente como Fiesta de Interés Turístico Internacional. 



 La compañía de tren FEVE pone ese día a disposición de los aficionados el «Tren Fluvial». Desde Arriondas realiza un recorrido paralelo al río por donde transcurre la carrera con paradas en distintos puntos para bajar y mirar de cerca el descenso. Justo antes de la salida y con la llegada del Tren Fluvial a Arriondas se inicia un particular desfile por la ciudad con vehículos engalanados y grupos folclóricos. 

Se entona el Asturias, Patria querida y luego el Tren Fluvial y la caravana de coches sigue el descenso por los márgenes del río. Tras la llegada, se sirve una típica comida asturiana en los Campos de la Ova (Llovio) compuesta de fabes y arroz con leche y se realiza la entrega de trofeos. La Fiesta de les Piragües se celebra el viernes noche en Arriondas y el sábado noche en Ribadesella. Estas dos ciudades quedan tomadas por los campistas y los visitantes de todas partes de España e incluso del extranjero. Sus centros urbanos quedan cortados al tráfico y tomados por riadas de gente. 


 Historia 

 En 1929 Dionisio de la Huerta, durante sus vacaciones de verano en su casa de Coya, en Infiesto decidió hacer una excursión en piragua por el río Piloña, desde Coya hasta Infiesto junto con un grupo de amigos, recorrieron cerca de cinco kilómetros por el río durante dos horas y media. Lo que parecía una anécdota no se quedó allí. Con la experiencia de aquellos cinco kilómetros recorridos en piragua, Dionisio de la Huerta convenció a su amigo Alfonso Argüelles y a Manés Fernandez para que le acompañase río abajo hasta Arriondas. En aquella primera excursión utilizaron piraguas con flotadores y fueron acompañados por otro grupo de amigos que les seguían en autocar. Con reiteradas paradas para sacar el agua de la piragua y algún que otro bocadillo, les pilló la noche en Soto de Dueñas, por lo que, después de reponer fuerzas, decidieron dejarlo para mejor ocasión. Habían recorrido en aquella aventura unos catorce kilómetros y estuvieron durante más de siete horas disfrutando del río y del paisaje, que era lo que de verdad le interesaba. En Infiesto no se hablaba de otra cosa que de Dionisio de la Huerta y de sus aventuras. Esta excursión de unos amigos fue el germen del actual Descenso del Sella y de la Fiesta de las Piraguas.Los dos años siguientes se celebraron lo que más tarde serían las dos primeras ediciones de esta prueba en las que Dionisio de la Huerta, Manés Fernández y Alfonso Argüelles realizaron el descenso desde Coya hasta Arriondas en 1930 y hasta Ribadesella en 1931. En 1932 se fijaron la salida y meta definitivas en Arriondas y Ribadesella y se realizó la primera edición de carácter competitivo con trece palistas provenientes de Oviedo, Gijón, Infiesto y Ribadesella y teniendo el carácter de Descenso Provincial. En 1935 llegarían las primeras inscripciones de palistas no asturianos en el Descenso Nacional del Sella.La Guerra Civil paralizó el Descenso entre los años 1936 y 1943 debido a la Guerra Civil y a la postguerra y se reanudó el 11 de agosto de 1944, cuando once piraguas tomaron la salida en Arriondas. En 1951 se inscribirán por primera vez competidores extranjeros, italianos, portugueses y franceses. 

En el año 1955 se inscribe el primer equipo de otro continente, el cubano. Convirtiéndose en el Descenso Internacional del Sella. El año 1960 marca un hito en la historia del Descenso, en ese año se crea la Federación Española de Piragüismo, desligándose de la Federación de Remo, algo que había sido solicitado repetidas veces por Dionisio de la Huerta y que garantizaba el futuro de la fiesta de las piraguas. En la edición de 1994 participaron más de 1.400 embarcaciones, la convocatoria más numerosa hasta la fecha, convirtiendo El Descenso del Sella en la cita más importante del piragüismo mundial.

 La Prueba 

 El Descenso Internacional del Sella es una competición que tiene lugar cada primer sábado de agosto entre Arriondas y Ribadesella (Principado de Asturias – España), con un recorrido de 20 Kms. En ella pueden participar palistas españoles y extranjeros que tengan la licencia de competición del año en curso. Esta prueba está organizada por la Federación Española de Piragüismo, al Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella y a la Federación de Piragüismo del Principado de Asturias. 

 La salida oficial tiene lugar a las 12:00 de la mañana. Las embarcaciones deberán estar situadas una hora antes, a las 11 de la mañana, en el puesto de salida según el resultado del Sorteo realizado previamente, sus posiciones serán verificadas por los Jueces de Orilla. La Salida es de tipo “Sella”, es decir, con los participantes y sus embarcaciones fuera del agua. Las palas de los participantes quedarán bloqueadas en una estructura metálica que se cerrará quince minutos antes de la salida oficial y se abrirá en el momento en que cambien los semáforos de salida de rojo a verde. Recorrido Existen dos recorridos en función de las categorías de los palistas: Uno de los recorridos está comprendido entre los Puente de Arriondas y el Puente de Ribadesella en Asturias, con un total de 20 Kms. Aquí compiten las Categorías Senior, Junior y Veteranos en K2, K1, C2 y C1 El otro recorrido va desde el Puente de Arriondas hasta el Puente del ferrocarril de Llovio en Asturias, con un total de 15 Kms. Aquí compiten las categorías de Cadetes, Centenarios, Mixtas y las embarcaciones del tipo RR. Llegada Al existir dos recorridos en función de las categorías de los palistas hay dos líneas de llegada, una estará situada bajo el Puente de Ribadesella señalado con la correspondiente pancarta de META y la otra llegada para las categorías Cadetes, Centenarios, Mixtas y las embarcaciones del tipo RR estará situada en el Puente de Ferrocarril de Llovio. El tiempo de CIERRE DE CONTROL es de 30 minutos para ambas Metas, a partir de la llegada de la primera embarcación por cada categoría y modalidad. Las embarcaciones de las categorías con meta en Llovio, sólo puntuarán en esta meta.



Himno de las piraguas


Guarde el público silencio(bis)
y escuche nuestra palabra (bis)
De orden de Don Pelayo
después de medir las aguas,
presidiendo el dios Neptuno
los actos de esta olimpiada,
con las <>, los tritones,
el cañón, los centauros y Pialla,
nuevamente se autoriza, en Arriondas,
la carrera de piraguas.
Y cuando demos los vivas
que el reglamento nos manda,
contesten todos a coro,
enronquezcan las gargantas,
que es fiesta de toda Asturias
la fiesta de las piraguas.
Mas si alguno tiene cerca,
una chavalina guapa,
que no la pierda de vista
ni deje de vigilarla;
y, si de veras le gusta,
comience ya a enamorarla,
porque es tradición que en Llovio,
al final de esta jornada,
cuando de las siete en punto
resuenen las campanadas,
a las mozas que lo quieran y se dejen,
Don Pelayo da permiso
para poder abrazarlas.
Y si luego, andando el tiempo,
vamos al cura y nos casa,
con los neños que tengamos
vendremos a las Piraguas
con los collares de flores
y las monteras terciadas,
que no hay fiesta más alegre,
ni más movida y galana,
ni con más bello paisaje,
ni esencia más asturiana.
Cantadlo con toda el alma,
que resuene en todo el valle,
¡Asturias Patria Querida!
el himno de las Piraguas.
Una vez finalizado el himno, se da la salida oficial:
Y ahora sí que va a empezar
la fiesta de las Piraguas...
El juez del Descenso dice entonces <<¡Piragüistas! ¡Preparados! ¡Fuego!>>
Y ya empezó, la carrera por el agua
y quien tenga ojos, que mire
y ponga al mirar el alma
y diga si no es hermosa
la Fiesta de las Piraguas. El juez del Descenso dice entonces <<¡Piragüistas! ¡Preparados! ¡Fuego
Y ya empezó, la carrera por el agua
y quien tenga ojos, que mire
y ponga al mirar el alma
y diga si no es hermosa
la Fiesta de las Piraguas.




VAQUEIROS DE ALZADA







Los vaqueiros de alzada son un grupo humano minoritario, asentado principalmente en el Occidente de Asturias. Su actividad primordial es la cría de ganado bovino y se caracterizan por la itinerancia, pasando los inviernos en las aldeas del valle y los veranos en las brañas o pastos altos.
Los vaqueiros han sido rodeados de multitud de leyendas sobre su origen. Se les ha vinculado con los descendientes de esclavos romanos fugitivos y con los astures cobardes, que no secundaron a don Pelayo en la Reconquista.
A lo largo de la historia, como personajes adánicos, se les han atribuido los pecados originales de la comunidad no vaqueira.
Se les atribuyó ascendencia musulmana, al ver en ellos a los esclavos moros que se sublevaron contra don Aurelio, o a los prisioneros normandos apresados por don Ramiro.
En los años cincuenta Ramón Menéndez Pidal alumbró otra teoría acerca del origen de los vaqueiros.
Basándose en un estudio filológico vinculó a estos con los habitantes de la zona sur de Italia que se establecerían en algunas zonas de Asturias en sucesivas oleadas migratorias.


Costumbres y usos

La identificación entre vaca y vaqueiro es tan grande que seres humanos y animales son calificados con las mismas palabras para definir sus virtudes y defectos.
Las ubres y los pechos son consideradas en ambas especies como símbolo y garantía del bienestar no solo individual sino grupal.
A la hora del matrimonio el vaqueiro busca antes la mujer sana y buena para trabajar que a la hermosa y vaga.
La frecuencia de estos comportamientos, como el resto de los que les diferencian de los aldeanos se van atemperando con la sedentarización pero aún así continúan formando parte de sus señas de identidad. Lo mismo que los juegos infantiles que escenifican los diferentes episodios de la trata y la cría vacuna. El consumo de la carne de las vacas de la casa es considerado tabú para muchos vaqueiros.

Habitat

La palabra braña procede del vocablo romano verania, que se refiere a los lugares de pasto estival. Es el hábitat natural del vaqueiro, el lugar al que se alza con su ganado tras pasar el invierno en las aldeas bajas.




Su doble domicilio les permitía no empadronarse en uno de ellos con lo que se libraban de las levas forzosas del ejército, con el consiguiente fastidio de los aldeanos que si tenían que cumplir con las exigencias del poder.
Jovellanos, con entusiasmo ilustrado, los describe como el pueblo más libre de la tierra. No porque no estén como los demás sujetos a las leyes generales del país, sino porque su pobreza les exime de las civiles, y su inocencia de las criminales.


BODA  VAQUEIRA

La boda Vaqueira es, posiblemente, el enlace nupcial con más autenticidad de los que se celebran en España. Un evento con mucho sabor antropológico que todos los años convoca a centenares de personas el último domingo de julio en el alto de Aristébano, entre los concejos de Valdés y Tineo. En esta braña, familiares, allegados y curiosos en general practican una de las romerías capitales del verano asturiano alrededor de la Capilla de La Divina Pastora.

Declarada de Interés Turístico Nacional, la ceremonia sigue en buena medida el ritual de los antiguos vaqueiros de alzada.











Para algunos se trata de la forma más asturiana de casarse. Una pareja de novios que desee contraer matrimonio por este ancestral rito deberá solicitarlo al Consejo Vaqueiro, quien dará, o no, su visto bueno para que el sueño se haga realidad. Sólo una pareja será la afortunada. A partir de aquí empiezan los preparativos.

Uno de los acontecimientos más importantes de la cultura Vaqueira siempre ha sido el matrimonio. En el Occidente asturiano, los matrimonios mixtos de Vaqueiros y aldeanos eran escasos. Que los Vaqueiros se casaran entre sí era algo muy lógico, por tratarse de una comunidad de signo pastoril y trashumante. El padre del novio acudía a casa de la novia y allí se determinaba, con regateo incluido, lo que cada cónyuge tenía que aportar al matrimonio.
El día de la boda, la comitiva formada por los novios, padrinos e invitados, iba precedida del ajuar llevado en un carro del país tirado por dos vacas. En él se portaba un arca o baúl con ropa blanca, rodeado de sacos de trigo y los enseres que componían el ajuar. Por encima de todo sobresalía la cama matrimonial y en tropel y a galope acudían los caballos con mozas a la grupa y lanzando desde sus monturas gritos de alegría y celebración.

Gran parte de los cánones de esta tradición se siguen recreando hoy en día. La jornada sigue comenzando al mediodía, cuando se reúne la caravana oficial en el alto de la braña y parte junto al cortejo nupcial que va a caballo. Para muchos es el momento más oportuno del año para lucir caballerías y trajes festivos. La cesta de la madrina, adornada con lazos que contienen pan, manteca, huevos y dulces añade más notas pintorescas a la espectacular comitiva. La pareja de novios, hoy como siempre, siguen siendo los protagonistas indiscutibles y se les agasaja con un séquito de gaitas y grupos folklóricos. Frente al altar improvisado al aire libre se intercambian las arras y se da el beso que sella el compromiso. A continuación se sucede un banquete popular, una comida campestre en la que no falta el chosco, el jamón cocido, los frixuelos, sidra, natas montadas de las propias brañas y café vaqueiro.